Una falda roja diseño escocés...

Hoy tenia que ir al centro, el típico recorrido es el mol, feria artesanal o tiendas de ropa, pero si caminas una o dos cuadras alejándose del epicentro comercial se observan las antiguas oficinas, con sillas llenas de polvo, con computadores antiguos, con espacios inútilmente utilizados, con fax, con teléfono fijo de los que solíamos tener en casa, la luz amarilla, y vacía de clientes, el piso de madera, y pisos alfombrados acumulando el olor a tierra, todo lo anterior me recuerda la antigua oficina de mi papa, aunque siempre fue moderna, el olor a tierra es el mismo, la alfombra, los papeles acumulados en el escritorio, el fax, el teléfono y un viejo computador, herramientas de dibujo que siempre ignore su utilidad pero me llamaban la atención, la gran silla de cuero giratoria, donde me caí unas cuantas veces... el equipo con música clásica, el olor a tierra...la calle con caras iguales, algunas conocidas con olor a polvo... en centro de Rancagua, con las cuadras cortas y calles angostas, casas antiguas, todas iguales de cemento y muy parejas, con colores tierra...las ventanas muy cerca y bajas, las puertas que dan directo a la calle, donde no se alcanza a percibir espíritu de juventud, donde se siente mas el abandono, donde el silencio es tan profundo que el ruido de los autos no alcanza a molestar, donde hay paz, donde hay recuerdos de polvo... me emociona el sentirme otra vez de la mitad de la estatura que tengo ahora, con mi pelo liso y cara pálida, con la falda diseño escoces con sujetadores, sobre la blusa blanca.... que tristeza, la antigüedad se vuelve inevitable, el paso del tiempo engañador que pasa tan lento cuando pasa en frente a mis ojos, pero acelera apenas me distraigo, son cosas que no quiero olvidar, pero el miedo me hacer repetir mil veces para no olvidar ningún detalle... espero tenerlo siempre conmigo, espero que esto no sea de cristal, espero no perder la sensibilidad al recuerdo...