lunes, 22 de agosto de 2011

" Yo desperdicio el tiempo como si fuera infinito..."

Profundo y alentador, cuando el sentimiento te retrasa los planes y el alma escapa fuera del cuerpo, alzándose y dejando un cuerpo donde cuesta volver, por que el lugar que abandono antes de crecer se hace demasiado pequeño y muy terrenal. Puedes hacer que tu alma pese mas de 22 gramos cerrando los ojos, escuchando, sintiendo sin temor de dejar escapar un suspiro o alguna exclamación de placer, de calma. Al principio sentir que el tiempo sigue corriendo mientras dentro de mi se detiene, y entregarse de a poco a la despreocupación, usando el tiempo como si sobrara, como si fuera infinito, eterno, relativo. Cuando el alma vuela el cuerpo goza, se hace mas liviano y los pies lo agradecen bailando, saltando, hasta corriendo. El rostro responde, las mejillas se contraen y los párpados se relajan, al igual que los labios y la lengua dejando escapar exclamaciones del corazón.

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