Elevo

En el momento del error soy capaz de asumir la espiritualidad, de asumir la incapacidad del cuerpo y de los pies, las limitaciones físicas, químicas y biológicas. Limitaciones que se desvanecen al elevar el alma y el espíritu hasta lo eterno, hasta lo invisible. Como ciegos buscamos con la mente en nuestros pies, manoteando inútilmente a raz de suelo, llenando algunas expectativas con conceptos errados del amor, de la eternidad y de Dios, muchas veces tratando de seguir consejos de “sabios” que ignoran que un consejo no es mas que basura reciclada. Muchas veces escuchando y asintiendo con la cabeza sin entender. En el momento del error el perdón viene por añadidura. Es el momento donde el corazón se eleva para descansar del cedazo de la mente y al bajar es capaz de ignorar el cuerpo y vivir la unidad. Es en el momento del error donde comprendes que no hay error.